Otra vez... Arizona

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By Christian Ramirez

Arizona se convierte, por enésima vez, en escenario de conductas vergonzantes. Y es que el gobierno del estado vecino, no conforme con su siniestro legado de racismo e intolerancia, continúa en su afán de suprimir cualquier indicio de democracia en esa entidad fronteriza.

Durante el proceso electoral que se llevó acabo en el estado del Gran Cañón, se registraron todo tipo de irregularidades: número reducido de casillas, inmensas filas, errores, purga de votantes, falta de información. Todo esto orquestado por el gobierno de ultra-derecha en Arizona, que de manera deliberada, violentó el derecho a votar para miles de sus ciudadanos. Irónicamente, el mismo día que los arizonianos esperaban hasta siete horas para votar, el presidente Obama daba una cátedra de democracia al pueblo de Cuba.

Es evidente que funcionarios electorales de Arizona, como Helen Purcell, hicieron caso omiso al discurso de Obama en La Habana. Ya que Purcell, encargada del proceso del registro electoral en el condado de Maricopa, el más poblado de Arizona, hizo todo lo posible por desalentar la participación de la ciudadanía en los comicios.

Durante las elecciones primarias de 2012, el condado de Maricopa contaba con 200 casillas. En 2016, el número de casillas se redujo —por orden de Purcell— a 60 casillas. Lo que significó que cada casilla recibiría a un promedio de 20 mil electores, situación que ocasionó inmensas demoras para que los ciudadanos depositaran sus votos en las urnas.

Para rematar, Purcell se aseguró de no instalar casillas en los distritos electorales densamente poblados por latinos. El senador estatal Martín Quezada declaró que en su distrito se instaló “tan solo una casilla.”

Todo esto sucedió en Phoenix una de las ciudades más pobladas de la Unión Americana que cuenta con 1.5 millones de habitantes, de los cuales poco más del 40 por ciento son de origen latino.

En el mismo condado donde el tenebroso Sheriff Arpaio, un funcionario electo, ha sembrado a punta de pistola un clima de terror dirigido a la población latina por más de dos décadas.

Las autoridades del condado de Pima, responsables del proceso electoral en Tucsón y sus alrededores, también fueron denunciadas por los electores que al momento de ir a votar se llevaron la sorpresa de no poder hacerlo ya que no estaban afiliados a algún partido político.

En Arizona la ley estatal impide que los votantes independientes participen en las elecciones primarias. La situación en el condado de Pima se volvió más caótica cuándo se descubrieron artefactos sospechosos en el registro electoral, lo que ocasionó el desalojo temporal de la sede del condado.

Es importante no olvidar que el derecho al voto para los ciudadanos no blancos es una de las victorias del Movimiento por los Derechos Civiles, por la cuál dirigentes del calibre del Rev. Martin Luther King y Malcolm X pagaron con sus vidas para echar abajo las barreras que impedían la participación plena de nuestras comunidades dentro de esta sociedad.

El triunfo del Movimiento permitió que en 1965 el Congreso aprobará el Acta de Derechos Electorales que prohibió a los estados impulsar prácticas que desalentaran la participación electoral.

Toda una generación luchó heroicamente para alcanzar este derecho.

Pero en 2013, en una decisión dividida, la Suprema Corte determinó que la sociedad estadounidense ya había superado el legado de las actitudes racistas de antaño y dio marcha atrás a los logros históricos del Movimiento. Con su fallo, los magistrados de la Suprema Corte, abrieron la puerta para que las autoridades electorales de los estados pudieran implementar todo tipo de artimañas para desalentar el voto, sin que pudiera intervenir el gobierno federal.

Es por eso que Arizona no es la única entidad en implementar medidas que atentan contra el derecho humano a participar libremente en la vida democrática de nuestra sociedad.

Al menos diez estados más han implementado medidas que hacen más difícil la participación electoral. Lo que equivale a más de 80 millones de personas que se verán impactadas por este retroceso para la democracia.

Urge que el gobierno de Obama deje de ser candil en la calle y tome medidas inmediatas para investigar todas las autoridades estatales involucradas en este atentado en contra de la democracia en este país. Nos corresponde a nosotros informarnos y participar en las elecciones para defender nuestro derecho a votar y ser votados.

Article Source: http://www.vidalatinasd.com/news/2016/apr/03/otra-vez-arizona/

 
 
 

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